Cuando una bomba sumergible trabaja sin agua (lo que llamamos trabajo en seco), el riesgo de daño es inmediato: el líquido no solo aporta caudal y presión, también refrigera el motor y lubrica el sello mecánico. Una parada a tiempo evita quemaduras de bobinado, roturas de sello y deformaciones en difusores y rodetes. Este artículo explica qué hacer en el momento, cómo diagnosticar la causa y qué soluciones aplicar para evitar que vuelva a ocurrir, con criterios técnicos claros y aplicables en campo.
1) Actuación inmediata: qué hacer en los primeros minutos
Parar la bomba desde el cuadro o el variador. Evita reintentos automáticos hasta revisar el sistema.
Comprobar el nivel del pozo: si dispones de sonda, mide nivel estático y nivel dinámico. Si no hay instrumentación, revisa el histórico (si existe) o instala una medida provisional.
Verificar presión/caudal en colector: una caída brusca y sostenida con motor en marcha apunta a falta de agua, obstrucción o fuga.
Revisar alarmas del cuadro/VFD: anota códigos (baja presión, sobretemperatura, disparo por protección de motor).
Inspección rápida de la línea: busca fugas visibles, ruidos en la válvula de retención (golpeteos, retorno de columna), vibraciones anómalas y variaciones de intensidad.
La consigna es proteger el equipo y recoger datos. No fuerces reintentos a ciegas: la recuperación del nivel del pozo puede requerir minutos u horas según su capacidad de recarga.
2) Entender el problema: por qué se queda sin agua
Una bomba sumergible “se queda sin agua” por dos grandes motivos: el pozo entrega menos de lo que se le pide o la hidráulica/electromecánica impide aspirar y mover el agua disponible.
2.1. Causas hidráulicas/hidrogeológicas
Descenso estacional o prolongado del nivel: sequía, mayor consumo, nuevos aprovechamientos cercanos. La bomba puede haber quedado por encima del nivel dinámico.
Exceso de demanda respecto al rendimiento del pozo: el caudal pedido supera el caudal específico; el nivel cae y entra aire.
Colmatación del filtro o entorno del pozo: finos, incrustaciones o biofouling que reducen la admisión.
Arenas/limos: entrada puntual o sostenida de sólidos finos que estrangulan el paso o dañan etapas.
2.2. Causas mecánicas/de instalación
Válvula de retención defectuosa: vaciado de la columna, cavitación al arranque y pérdida de cebado en líneas ascendentes.
Ausencia o mala instalación de camisa de refrigeración: el motor no recibe flujo ascensional suficiente y se protege reduciendo carga.
Tubería subdimensionada o con pérdidas elevadas:
Empalmes eléctricos/aislamiento en mal estado: falsas lecturas, disparos de protección y paros erráticos.
2.3. Causas de control/automatización
Umbrales de protección mal configurados: disparos tardíos por falta de agua o reintentos demasiado frecuentes.
Variador de frecuencia (VFD) sin límites adecuados: sin control de potencia mínima, presión mínima, caudal mínimo o temporizaciones.
3) Diagnóstico técnico paso a paso
El objetivo del diagnóstico es delimitar la causa y asignar una solución proporcional. Recomendamos este orden:
3.1. Medición de niveles
Nivel estático (pozo en reposo) y nivel dinámico (pozo bombeando en régimen).
3.2. Verificación de la curva de operación
Recupera la curva H–Q de la bomba y compara con el punto de trabajo real: caudal estimado/medido y presión en colector (manómetro bien calibrado).
Si operas con VFD, anota frecuencia, intensidad y potencia absorbida. Una subcarga (potencia muy por debajo de la nominal) con presión baja es típica de trabajo en seco o fuga.
3.3. Test de válvula de retención y estanqueidad
Observa la presión cuando paras la bomba: una caída rápida sugiere retorno por válvula defectuosa o fuga significativa en columna/tubería.
3.4. Revisión de admisión y camisa de refrigeración
Si la bomba no está en camisa y el caudal ascensional es bajo (pozos anchos, espacio libre alrededor), instala shroud para forzar el agua a pasar por el motor y evitar
4) Soluciones: cómo corregir según la causa
4.1. Si la demanda supera el rendimiento del pozo
Limitar el caudal: mediante ajuste de presión/caudal en el VFD o, en sistemas sin VFD, con orificio/placa de estrangulación calculada.
Programar pausas o ciclos de bombeo acordes al aforo (por ejemplo, periodos de trabajo intermitentes que permitan la recuperación del nivel).
Reubicar la bomba a mayor profundidad solo si hay columna de agua útil y sin riesgo de aspiración de finos. Nunca la acerques al fondo de forma indiscriminada.
4.2. Si hay descenso estacional del nivel
Actualizar la cota de instalación: coloca la bomba por debajo del nuevo nivel dinámico mínimo esperado, guardando distancia de seguridad al fondo.
4.3. Si la admisión o el entorno están colmatados
Limpieza/desinfección del entorno de filtros si procede.
Prefiltrado o filtros de sedimentos en captación cuando los finos superan la tolerancia de la bomba (siempre según el límite del fabricante).
Evaluar materiales y holguras del conjunto hidráulico para ambientes arenosos (kits antiarena, materiales resistentes al desgaste).
4.4. Si falla la válvula de retención o hay fugas
Sustituir la válvula de retención inmediata a la bomba y revisar el resto de válvulas intermedias si la columna es larga.
Ensayar estanqueidad de uniones y empalmes; reparar o sustituir tramos con pérdidas.
Verifica que la orientación y posición de la válvula sean las correctas (evita golpes de ariete y retorno).
4.5. Si hay problemas de refrigeración del motor
Instalar camisa de refrigeración para forzar flujo por el cuerpo del motor.
Asegurar velocidad ascensional mínima alrededor del motor (habitualmente en el orden de décimas de m/s; confirmar con fabricante) y respetar el sentido de flujo.
4.6. Si el problema es de control/automatización
Configurar el VFD con límites de protección:
Paro por potencia mínima o intensidad mínima (subcarga típica del seco).
Paro por presión mínima sostenida con temporización.
Reintentos escalonados (por ejemplo, tras 5, 15 y 30 minutos) y límite de reintentos antes de alarma fija.
En cuadros sin VFD, incorpora relé de falta de agua (por cos φ/intensidad) y presostato/transmisor de baja presión. La redundancia de señales reduce falsos positivos/negativos.
Registra eventos: número de paros por falta de agua, tiempos de recuperación y horas de servicio.
5) Prevención: cómo evitar que vuelva a suceder
5.1. Dimensionamiento y documentación
Trabaja con curvas actualizadas de la bomba y un punto de trabajo con margen suficiente respecto a pérdidas de carga y variabilidad de nivel.
Documenta nivel estático/dinámico y actualízalo estacionalmente. Un simple registro trimestral evita sorpresas.
5.2. Instrumentación mínima recomendable
Manómetro en colector, caudalímetro si es posible y transmisor de presión 4–20 mA para registro.
Sonda de nivel en pozo conectada al control.
Medición eléctrica (intensidad/potencia) para detectar subcargas y sobrecargas.
5.3. Mantenimiento y limpieza
Revisión trimestral de presiones, intensidades y válvula de retención.
Semestral: chequeo de niveles y limpieza de filtros/coladores.
Anual: auditoría de rendimiento comparando con el comisionado inicial (presión/caudal a igual frecuencia).
5.4. Configuración prudente del control
Protecciones que paren rápido y reintenten poco y tarde. Es mejor una alarma que obliga a revisar que quemar un motor por reintentos agresivos.
En instalaciones críticas, combina dos barreras: por ejemplo, nivel mínimo + underload, o presión mínima + caudal mínimo.
6) Señales de alerta que delatan trabajo en seco (o inminente)
Aumento de la temperatura del motor (sensores si existen) o disparos térmicos.
Caída sostenida de presión con motor en marcha y intensidad inferior a la habitual (subcarga).
Vibraciones y ruido metálico intermitente (cavitación, golpe de válvula).
Entrada de aire en la línea (golpe de ariete, inestabilidad de caudal).
Arenas/limos en filtros posteriores o en purgas.
Ante cualquiera de estas señales, registra datos y detén la bomba para inspección.
7) Errores frecuentes (y cómo evitarlos)
Bajar la bomba sin medir niveles: puede agravar la succión de finos y dañar etapas. Mide primero.
Desactivar protecciones “para que no molesten”: es comprar tiempo a costa de la bomba. Ajusta bien umbrales y temporizaciones.
Instalar sin camisa en pozos anchos o con poco flujo ascensional: el motor se calentará.
Dimensionar al límite del aforo del pozo: basta una variación estacional para quedarte sin agua.
Olvidar la válvula de retención (o montar una inadecuada): retorno de columna, cavitación y golpes.
No registrar niveles, presiones e intensidades: sin datos no hay prevención.
8) Conclusión
Cuando una bomba sumergible se queda sin agua, el tiempo y el método marcan la diferencia entre un incidente y una avería costosa. Parar, medir y diagnosticar con criterio evita daños en motor y sello. Convertir el episodio en una oportunidad de mejora te dará una instalación estable, eficiente y segura en el tiempo.